Mi querida y amada hija, se te ha dado un Regalo, que muchos rechazarían por miedo.

Gracias a las Gracias que se te han concedido, a la fuerza que se te ha dado y al Fuego del Espíritu Santo, estás plenamente armado para proclamar las profecías prometidas al mundo hace tanto tiempo.

La profecía dada a Daniel cuando se le dijo que sellara el Libro de la Verdad hasta el final de los tiempos, cuando el contenido sería revelado, ahora se ha hecho realidad.

Las revelaciones dadas también a Juan el Evangelista, fueron dadas sólo en parte, pero algunos secretos le fueron mostrados en el Rollo de los Siete Sellos.

No se le concedió la autoridad para revelar el contenido. En cambio, se le ordenó que dejara el pergamino y se lo comiera para que los Sellos no pudieran romperse ni revelarse su contenido hasta esta era. Al tragarse los Rollos se dio una pista a la humanidad.

Amarga de comer, la Verdad causa miedo.

También puede ofender a aquellos que profesan conocer todo el plan de Dios para la humanidad. Sin embargo, la Verdad, el poderoso Amor que Dios tiene por cada persona en esta Tierra, es dulce para aquellos que reconocen la Verdad.

La Verdad es que sólo Yo, Jesucristo, puedo revelar los secretos dados a Juan el Evangelista. La dulce Verdad, será recibida con amor, por aquellos que siguen las Enseñanzas de Dios.

Puede causar miedo, pero el Poder de Dios vencerá todo mal y toda persecución, porque Él lo puede todo.

El primer secreto reside en el hecho de que Dios y todas Sus Obras han sido conspiradas contra, por grupos masónicos, establecidos en la Edad Media.

Su lealtad es al maligno. Él, Satanás, es su dios y están orgullosos de rendirle homenaje, a través de las misas negras.

Luego está la Santa Sede, que ha sido objeto de feroces ataques por parte de este grupo desde 1967.

Lentamente, se han infiltrado en Mi Iglesia, no sólo dentro del Vaticano, sino en las filas de más allá, en todos los países.

Su contaminación deliberada de Mi Iglesia, ha resultado en atrocidades malvadas, infligidas a víctimas inocentes.

Su amor por el dinero y el poder no es nada comparado con la enfermiza devoción que muestran por el rey de la mentira, el mismísimo Satanás. Lo adoran abiertamente, en grupos y en secreto. Sacerdotes y otros siervos santos, incluyendo obispos, cardenales, se han alineado en ciertos sectores con este grupo.

Los actos malvados en los que participan son demasiado graves para revelárselos, pero sepan que ofrecen sacrificios humanos al maligno en iglesias preparadas para ofrecer la Sagrada Eucaristía de la Santa Misa.

Este grupo - tan cuidadoso de esconder sus verdaderas actividades, de aquellos genuinos y santos sacerdotes, santos obispos, santos cardenales y otros siervos sagrados, cometen actos viles.

Odian a Dios con una ferocidad que te escandalizaría. Los poderes que les ha dado Satanás han hecho que su maldad, codicia, lujuria y desviaciones sexuales sean bien recibidas por sus seguidores en todos los países.

Se saludan con señales privadas destinadas a demostrar su lealtad mutua.

Una cosa es cierta. Sus actos malvados llegarán a su fin y a menos que se vuelvan a Mí durante La Advertencia, les quedará poco tiempo antes de ser arrojados a los lagos de fuego, donde sufrirán una terrible persecución por toda la eternidad.

Han creado y atizado la apostasía que existe en todo el mundo.

Lo lograron infiltrándose en Mi Iglesia.

Tu amado Jesús

Cordero de Dios